sábado, 6 de febrero de 2016

Buscando algo

Cuenta la mujer que desde que hicieron la película sobre dragones, princesas y mazmorras las visitas se multiplicaron. Que era incesante el continuo chorreo de visitantes que entraba en aquella modesta iglesia de pueblo. Que los veía entrar con gestos de asombro, atónitos, con la boca abierta, escudriñando al milímetro cada detalle insignificante de la piedra, del suelo o de cualquier otra cosa. Que los que entraban allí apenas hablaban entre ellos o si lo hacían era de forma muy discreta y al oído, como no queriendo adulterar el momento de solemnidad que significaba para ellos entrar en un lugar tan histórico. Y que siempre le hacían las mismas preguntas sobre el lugar basándose en la película y en el best-seller que traían bajo el brazo. Y que ella siempre respondía con una sonrisa, encogiéndose de hombros o diciendo que eso verdaderamente nunca pasó allí y que hasta donde ella sabía aquel lugar nunca había tenido relación con nada de lo que sale en la película. A lo que se tenía que enfrentar con sonrisitas y miradas de suspicacia, como si ella fuera parte de esa confabulación a nivel mundial para ocultar la verdad verdadera, la buena del todo, al resto de la humanidad. Pero que esa inclinación a la suspicacia y al casi desprecio, en algunas ocasiones se volvía sublime cuando bajaban a la cripta con los ejemplares pegados al pecho, con las expresiones demudadas por la emoción y se encontraban con algo totalmente opuesto a lo que habían leído en el best-seller o visto en la película. Que dónde estaba el altar, que en qué lugar estaba el botón oculto, que si lo habían ocultado todo mucho mejor para que la próxima vez no fuera tan fácil hallar no se sabía muy bien qué cosa...Y la mujer volvía a responder que allí abajo jamás había habido nunca ningún botón, ni altar, ni nada que se le pareciese, que siempre había estado todo tal y como lo veían. A lo que contestaban con alguna referencia al libro, en la página tal y en el renglón tal....Finalmente, antes de salir de la cripta muchos preferían seguir pensando que aquella mujer estaba allí para hacerles desistir ya no sólo de su propia búsqueda sino también para arrebatarles cualquier tipo de esperanza. Que estaba del lado de esa gente que pretende esconder al resto de la humanidad la auténtica revelación que hará que sus vidas vayan a mejor.

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