Mubutu llega al poder en la República del Congo en 1965, justo un año después de que entrara en vigor en los EEUU la ley de Derechos Civiles, y dos o tres años después desde que James Meredith asistiera a la universidad de Missisipi entre grandes disturbios y que obligó a la administración Kennedy al envío de tropas federales para asegurar, imponer o garantizar que se cumpliera la ley. Fueron años muy tensos en los EEUU, llenos de luchas, odios, miedos y muertes, como la del mismo Luther King. La sociedad se encontraba muy dividida y polarizada. A esto también se le unió el asunto de la guerra de Vietnam y la guerra fría con los soviéticos. Mirándolo con la perspectiva que da el tiempo podría decirse coloquialmente que aquel gobierno estaba desbordado por los acontecimientos. En la película Forrest Gump aparece de pasada uno de estos episodios cuando en la universidad de Alabama - donde el genial Tom Hanks jugaba al fútbol americano - el gobernador George Wallace bloqueó la puerta de entrada para impedir el acceso a Vivian Malone y James Hood, hasta que requerido por las fuerzas federales no tuvo más remedio que acceder. Mientras en la película se oye la voz en off del gobernador hablando de "...un militarismo dictatorial...", Forrest se salta el cordón policial para acercarle a Vivian Malone el cuadernillo que se le había caído al suelo. No sería nada aventurado exponer aquí que la inmensa mayoría de los habitantes de raza negra aborrecían la sociedad racista que les había tocado en suerte y a la clase política, porque si el gobierno central mandó tropas federales al sur para garantizar sus derechos, lo cierta era que en el norte no vivían mucho mejor, recluidos la mayoría de las veces en guetos y como único medio de subsistencia cualquier trabajo precario. Hoy día, para algunos con ideas políticas renovadoras y revolucionarias estos episodios bastan para resumir la historia de los estados unidos y su desaforado, despiadado e incontrolado capitalismo que se lleva por delante al primero que pilla. Y cualquier noticia que llegue de allí sobre condenas injustas o abusos policiales sólo hace ratificarles en su verdad suprema. Por supuesto, fieles con el tipo de cultura e historia que practican de cortar y pegar no hacen referencia alguna sobre el destino y vida de los obreros y trabajadores en esos países mandados teóricamente por el proletariado.
Como iba diciendo al principio, Mubutu llegó al poder en el Congo en 1965. Lo hizo tras un golpe de estado y estaría mandando en el país hasta 1997. Como buen dictador que era manejaba el cinismo y el enredo como el mejor y durante un tiempo pareció que hablaba por boca de todos los negros del mundo. Nacionalizó propiedades extranjeras y privadas y con el tiempo expulsó del país a los inversores extranjeros. Todo era para el pueblo que tanto había sufrido en manos de la avaricia colonial y occidental que había llevado a su país a pasar necesidad y siempre había tratado a los negros como esclavos y gente despreciable. En medio de todo esto organizó para la guinda de su propia tarta el combate de boxeo entre Muhammad Ali y Foreman en 1974. Por todos conocido, Alí se enfrentó muy honradamente al gobierno de los estados unidos por lo que él creía, exponiéndose a la toma de sus propias decisiones, sin involucrar ni meter en líos a nadie más: se negó ir a Vietnam y le quitaron los títulos y la licencia para boxear. Involucrado en el movimiento por los derechos civiles fue seguidor de Malcom X y renegó de su anterior nombre porque él mismo decía que perteneció a sus antepasados esclavos. Mubutu le caía bien y valoraba mucho que hubiera sido el encargado de organizar el combate. Y Alí fue recibido en el Congo desde el principio como un auténtico héroe nacional que encarnaba los valores del deportista y que era contestatario hasta sus consecuencias con los poderes que oprimían a la gente de raza negra. Hay una escena en la película Alí, protagonizada por Will Smith, en la que su mujer le recrimina en la habitación de un hotel que no se hubiera llevado al Congo su propio comida. Su marido le contesta que no hacía falta llevarse comida, que la que había allí estaba buena, que Mubutu se la comía . "Mubutu cuida de Mubutu" . Le responde su mujer en un tono que deja entrever que sus sentidos no estaban tan obstruidos como los del boxeador.
Desde que Mubutu comenzó su lucha se fue enriqueciendo cada vez más a la vez que el país se empobrecía cada vez más también.. Se mandó construir un palacio y al lado un pequeño aeropuerto. Compró propiedades y tierras en Bélgica. Y llevaba una vida a todo tren, repleta de lujos, fruto de chuparle la sangre a los mismos que decía defender y por los que luchaba. Todos los que dicen luchar por la gente terminan enriqueciéndose y ocupando lugares de poder. Palabrería, demagogia y personalidades que se ponen del lado de las ideas aunque no vivan bajo sus dominios.
La información que llega a nuestras manos en forma de prensa escrita, es como una ventana abierta al mundo, como una ventana de papel, en la que es imprescindible asomarse de vez en cuando para calibrar aproximadamente el mundo que nos rodea. La democracia es un organismo vivo que necesita continuamente estar vigilado, y la minuciosidad en las noticias de carácter general así como el esfuerzo que tengamos que hacer a la hora de estar informados determinará la salud de la misma.
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